Una zarza mora en mi boca. II.

VIRTUD

I. Diligencia
La diligencia preliminar al sexo
Sólo es un paso más
Para alcanzar el clímax, la paz o el viaje astral merecido.
Diligencia para el embargo de los sentidos,
Diligencia para el aborto de los labios,
Diligencia para el saboreo del cuerpo ajeno.

Diligencia para morir por Dios o por todos los santos
Sin importar que te excomulguen de la iglesia de la realidad.

II. Caridad
Te presto el veneno contra el mal propio,
Contra tus desechos y los míos.
Hay veneno en la sangre,
Fuego en las manos,
Hielo en la piel.
Te presto una piel nueva,
Sangrante,
Inerte de realidad, muerta y descorazonada.

Te presto el veneno contra el mal ajeno,
Contra tus sueños y los míos.
Hay veneno en tu masa gris,
Agua en las entrañas,
Alcohol en la almohada
Y polvo de las pestañas.
Te presto una piel nueva,
Seca,
Perenne de soledad, derruida y malherida.

Te presto el veneno de las palabras.
La hiriente alma de cada vocablo para saciar la necesidad.
El hacha hecho poema de veneno y muerte.

III. Templanza
Sobre la mesa yacían muertos los desechos del desayuno:
compota de cereza ,
Leche agria en el vientre ajeno,
Sal yodada en los ojos durmientes.

Sabe bien lo que nunca será real.
Sabe bien cualquier pecado capital contra el cuerpo.
¿Sabes? Nunca sabe lo dulce de la muerte de la memoria.
Sabe el sabor de la derrota más amargo
Que de huesos bien hechos a la parilla,
Que los besos prometidos y que no se dieron,
Que las noches en las que nunca te tuve,
Que las miradas que nunca te regalé.
Sabe el sabor de la derrota aún, se derrama por la rodillas
Y lo hago chapotear bajo los pies.

Sabe el resto del desayuno
Contra la morralla hastía de mi memoria.

IV. Humildad
Tú estabas allí.
Ofreciendo tu molusco
Desde el principio de los días
A los que se decían llamar dioses,
Creadores,
Caóticos visionarios,
Impasibles gurús espirituales
Sin cuerpo,
Sin más ser que una palabra sin decencia.

Allí estabas tú,
Desde el principio,
Cogida a los maremotos,
Anclada de las montañas,
Supeditada al nombre…
(El hombre: el más cruel de los seres que te metamorfosea a su deseo lascivo.)
…sin parpadear;
Ni mover ni un solo músculo.

Allí,
Tan quieta.
Tan en silencio.
Y viendo pasar el tiempo;
Te deshaces.

V.Paciencia
Te di los versos de mi vida y ahora, cuando tu tiempo se ha acabado
y el mío te ha olvidado, ahí estás, sin vida.
Mi mecedora se rompe en un vaivén de embrollados rosales
De espinas adverbiales e infaustas rimas torpes,
Raídas,
Desdentadas.
Recuerdo una mancebía añosa,
Pero que no concibo como mía.
Mi perra ladra.

Te odié pero viví por ti.
Las rosas huelen fuertes, descaradas,
Socarronas y arteras.
Resucitaban en el silencio que antecedían a una palabra,
Y otra,
Y otra,
Hasta dejarme sin aire;
Me desdentó la vida. Perdón la vía.

La palabra se tornó mundana.
La vía, el vals lento de una memoria que anhela ser niña

VI.Generesidad
Sólo tengo un metro cuadrado.
6 centímetro de tinta renovable.
No quiero hojas sueltas ni libretas heridas,
Tengo mi piel para garabatear,
Mis pies para borrar,
Mi memoria para escribir mil historias.
30 centímetros de tu cuerpo,
Repartidos entre tus labios y ese hueco del cuello
Donde pasaría mil vidas soñando.
40 centímetros de manos y abrazos a repartir.
5 centímetros para trozos de piel de los amigos
Y otros 5 para las cenizas o recuerdos de los que ya se han ido.
10 centímetros para una cajita de madera y guardarlo todo.
4 centímetros de basura para los miedos,
Los sinsentidos y las cosas a olvidar.

Sólo es un metro cuadrado,
Pero ahí cabe toda mi felicidad.

VII. Castidad
"No conozco otra razón para amar que amarte".
Primero me amo,
Después ámame,
Amándonos,
Sin tenernos, sin amarnos.

1 comentario:

  1. Tu poesía se ha vuelto cada vez más poderosa. Me encantan tus versos. Un beso muy grande.

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