Gaviota con el viento en contra...

Las alas se rompen de vez en cuando.

La contaminación y esta lluvia no dejan claro el rumbo. Sólo dejan una ola de lágrimas que no se pueden controlar. Y hay momentos, en los que piensas, que todo lo que has hecho durante un período bastante largo han sido una cadena de errores que no han cesado. Y aunque dicen que de los errores se aprende, sólo el ser humano es el que tropieza dos veces con la misma piedra...y dos...y tres...es horrible el miedo incontenible.

Quiero pensar que el tiempo sólo es una ilusión...pero hace tantas malas pasadas a la razón y al corazón que a veces, me gustaría pararlo en un instante. En un día de sol.

Demasiado tiempo para pensar,demasiado tiempo para meditar,demasiado tiempo para darle vueltas a la cabeza y me de cuenta de que hay heridas que no cicatrizan. Heridas...que dramática me pongo cuando esta rutina me ahoga.

En estos días de pena y olvido,me recreo en mi cabezonería y en que siempre he llegado hasta donde he querido. Pero será que a muchos seres humanos nos gusta quedarnos en nuestro dolor interno haciendo de una moto de polvo, un mundo.

Ahora volveré a mi rincón,donde espero sentada el paso de este tiempo turbio al que no puedo tirar por el balcón,pues mis fuerzas flaquean como las de las gaviotas que se dejan morir en la orilla de un acantilado que rompe la espuma de los sueños de las sirenas.

Pasó...

Pasó el momento de la angustia que hacía temblar las manos.

Pasó el momento de el blanco que recogía la mente.

Pasó el momento de la cafeína de las cuatro de la mañana.

Los nervios no me jugaron una mala pasada.

Los nervios no fueron superiores a mi frialdad.

Hoy,la mente intenta descansar, pero con tiempo para pensar, resucito entramados que había dejado dormidos con la lluvia gris, en los lindes de folios y cuadernos llenos de palabras que mi mente debía recordar. Tiembla la luz. Resucita el latido. Lo había entendido mal,estaba empezando a creer.No se que voy a hacer contigo ni si tengo un permiso especial.O lo había entendido mal otra vez.

Así que lo mejor será la siesta y que el dulce sueño invada mis sentidos.

Yo no quise correr...solamente una vez me mandaron los pies...

Esta noche se ha hecho oscuro muy pronto, y me quedado hecha polvo... yo no sabía que la vida tenía tantas manías con los torpes.

Cansada de pasar folios y más folios...y se que esto es sólo el principio. Pienso echarle mucha cara al asunto y que el cansancio y los apuntes no me ganen la partida. Nunca lo han hecho y no lo van a hacer ahora.

El humo de un cigarro revolotea haciendome caer en el exceso de pensar y gastar el pensamiento. Mi mente me habla y se contradice, dando tantas vueltas que pierdo el rumbo. Intento que se calle,que no trabaje,que me deje descansar después de un día agotador. En los momentos que más la necesito clara, más se emborrona. Y mi frialdad,junto con mi falta de impulsividad, le juegan una mala pasada al corazón, el que ahora mismo no quiero utilizar. Que lento me va el coco, que siempre se queda corto. Y que deprisa para hacerme ver miles de cosas a la vez,algunas tan reales como mis manos, y otras tan sobrenaturales como mis sueños.

Pero es un día raro, frío. Puede que se asimile un poco a mí,creando un archivo de palabras tristes que espero que mi memoria externa borre.

Sólo espero que después de tantas días tontos,el azar me señale de buenas.

(Sólo necesito desahogarme de estos días que me saturan.)

Pensamientos...

Enredo de nubes,

arriba el olvido,

debajo la sombra;

su vida,

mi aroma,

mi alfombra, mi ola.

Camino sincero,

hablando me lío,

amando me pierdo,

debajo la sombra,

arriba el olvido.

Enredo de nubes.

Melancolía por la ventana...

Otra noche más pasa por delante de la ventana.

Quince minutos para peinarme y vestirme (hoy voy tarde).

Media hora de paseo de mañana hacia la rutina.

Hora y media de clase de Técnicas (como se ha colado con el trabajo cuatrimestral).

Supuesta hora y media que tendríamos de Medieval B. No ha venido, y sólo dos semanas antes del exámen y sin haber terminado el temario que nos entra. A casa.

Media hora de vuelta a casa, con el mp3, a ritmo ligero.

Hora y media de estudio. Y ya han terminado en la cocina.Me voy a comer.

Otra vez delante de los apuntes, dos horas más. Avanzo dos temas. La música bien alta pues todos se han ido.

Descanso de cinco minutos. Enciendo un cigarro y me tumbo en la cama a relajar mi estrés cantando. Se han convertido en diez minutos. Me voy a la ducha,hay que espabilar.

No me seco el pelo pues se me va la tarde.

Hora y media más delante de los apuntes,un tema. Otro cigarro. Más música,más alta y más canto. Oscurece. Me acuerdo de tí.

El teléfono:"Hola mamá...si en casa estudiando como siempre...si si no te preocupes, que cojo el de las doce y media y para comer estoy ahí...no,no voy a salir...siiii...que si mamá!...vaaalee...y yoo...y yoo."

Lady Drama y Agüita conectados...por lo menos son capaces de sacarme una sonrisa con las conversaciones sin sentido y las canciones que me pasan para que sonría...lo consiguen.

Cena.

Cigarro y sofá. En media hora me toca el colacao.

Cambio la música del blog. Resulta que ahora me gusta la música en inglés. Lo más extraño es que hay cosas que comprendo...increíble.

Hace frío...voy a por mi manta y pongo las dos fases del brasero.

Y media hora escribiendo en el blog.

¿Y por qué?

Porque la situación parece tranquila,pero es tensa. Porque me canso de que siempre se repita lo miso. Y lo que es peor aún,no se en que cajón dejé guardados mis sueños ni mis alas de gaviota.

Porque las luces de neón,que siempre están ahí inmunes al agua,al viento y a la nieve me hacen recordar,sobretodo si no tengo las gafas puestas.

Otro cigarro...haber si así dejo de morderme los pensamientos y recuerdo donde guardé las alas,los sueños y con ellos,la poesía. La palabra más exacta para describir este momento...no existe.

Caótica...

¡Ay el dolor del espejismo quimérico

que abre la boca y arranca la esencia!

Este obstinado mundo que muda

sus entresijos como si

de cabellos se tratasen.

Lóbregas manchas que amparan

cada chispa de agua, y,

poseen un camino que habita

a la cumbre de una daga

remendada de miel.

Acabar el fin

para empezar el principio

de esta fruslería de cristal.

Grande es el gozo de la gloria

de tus ojos por las finas riberas

que arraigan tus costados.

Albergas bravuras de niño,

que rezan en cada alborada.

Los cipreses cantan,

contando cuentos de antaño.

Y este día gris,

me honra con su evocación.

El camino busca el final

en la efímera colina de paz.

Nieve en Córdoba =)

Hoy me he levantado,después de un fin de semana agotador; y como es de costumbre en mí, me he asomado por el balcón para ver como se presentaba el día...el día venía con nieve, y en estos momentos, puedo ver los tejados cubiertos por una capa blanca.

En este día extraño, mi cabeza divaga mucho. Y acurrucada en el sofá, me vienes a la mente lentamente, al igual que cae la nieve.

Las horas son más invernales que nunca y miles de imágenes pasan delante de mí para que llegue a comprender. Pero no quiero comprender nada. Cuánto más comprendo más me asusto, cuánto más me asusto; más ganas de desafiarme. Porque veo a la nieve ahogarse en agua, cosa que también a mi me pasaba. Y con la belleza que tiene la nieve me apena verla acabar así. Por tanto, no quiero ser nieve para ahogarme.

Voy a desafiarme a mí misma, a andar por senderos desconocidos,y no cruzarme con el agua que tanto me ha echo fallar.

Y esta vez, no pienso parar.

Nuevo año...

Llueve…otro día más.

El agua cae sin límites llorando con el aire que la mece cantándole una canción de cuna. Despierta el día gris debajo de mis pies, por encima de las fronteras de mi almohada, creando un remolino de sensaciones que me piden soñar hasta que vuelva el anochecer. La luz, tan oscura e imprecisa, resucita sombras danzarinas entre las callejuelas inundadas del llanto del cielo, mostrándome un camino empedrado que resbala cuál juncos y musgo verde. Rompe el agua en el cristal.

Las nubes se enlazan creando caprichosas formas para romper este tintineo, ya rutinario, que no cesa. No recuerdo tales lluvias. Supongo que antes también serían así los inviernos. Hoy, sin maleta, el día pinta de carreras, de desahogarme y evitar por un día pensar. Si, mis vacaciones de invierno se están basando en pensar y en navegar por los senderos de libros y apuntes. Un año más…que rápido pasa el tiempo. Cuántas experiencias. Cuánto conocido. Cuánto desconocido. Cuánto me queda aún para seguir soñando.

No tengo expectativas ni deseos este año nuevo, sólo con la Universidad que tan de cabeza me trae. Es mi único propósito claro. Por lo demás, que sea lo que Dios, el destino, la suerte o el azar quiera. No quiero tenerlo todo bajo control, prefiero volar sin rumbo y dejar que todo venga con las ráfagas de aire. Ser una gaviota en la playa. Se que a veces me desesperaré porque el viento no sople a favor, otras seré valiente para salir de huracanes que ni yo misma se como han llegado, y otras volaré tranquila, siempre hacia adelante.

Pero siempre en pie. Alguien, con el paso del tiempo, me ha enseñado que nunca hay que agachar la cabeza, sino que en los momentos más críticos, llevarla con la máxima honradez que se pueda. Que el viento no me haga mirar al suelo y que me enfrente (con clase, dialéctica y una sonrisa) a los vientos que soplan del norte. Que mis sentimientos son míos y no todo el mundo debe conocerlos, porque es lo más íntimo y secreto que tiene una persona, que a veces hay que hacer de tripas, corazón.

Así que este año, decido caminar con el viento, cuál gaviota, surcando los filos, a veces punzantes, a veces acogedores; de las mareas. Y sea lo que sea, y pase lo que pase, que sean mis alas las que me hagan llegar.