miércoles, 28 de abril de 2010

Es de buen nacido,ser agradecido.

¿Cómo podría yo confesarlo todo?
Gritar que ayer tuve pesadillas al dormir y me desperté en medio de la noche como una niña asustada bajo las sábanas.
Si confesase,no esperes nada bello ni doloroso.Simplemente no esperes nada que puedas esperar. No es que sea algo rara,simplemente desigual y el aire del norte juega un papel importante cuando me alborota el pelo por la mañana y me enrrea el pensamiento.
No esperes que te diga que te quiero porque a veces dueles,no esperes que te reproche que de vez en cuando parece que me quede sin ti,ni que te odie cuando no puedo verte.
No esperes que te cante sin que un escalofrío me recorra la espalda y lo haga desde el silencio, ni que baile al son de tus ojos distantes como la noche.
Ya te lo dije, no esperes nada a cambio.
No pretendas que sonría si no tengo ganas o que te dedique un par de palabras bonitas sólo porque el día sea uno de los más bonitos que haya podido pasar.
Ya te lo dije,espera todo a cambio.
Que si me rio,será porque la luz de primavera alberga mis bravuras de niña; o porque la noche alimente la pérdida de la cordura.
Como decía un viejo tango,fue a conciencia pura que perdí tu amor.
Si,lo perdí.No puedo morderme la lengua.
¿Por qué?
Porque comprendí que ni yo te amaba ni tu me correspondías.Ya sabes,no es posible el amor con destrucción y en eso,no hay quien te gane.
Me conformo con caernos bien.Y conste he de darte las gracias por dejar que yo deje mi propio camino de baldosas amarillas.
Gracias,vida.

viernes, 23 de abril de 2010

Madrugada...

Es de noche.
La ciudad duerme bajo la mirada melancólica que acompasa mis pies...un dos,un dos tres,un dos tres cuatro y gira.
Mi cabeza da vueltas alrededor de mi cuerpo,descubriéndome entre las farolas que parpadean al son que algún grillo que canta en la acera. El olor azahar sigue inundando las calles y es más mio que nunca pues todo está desierto,vacío a altas horas de la noche.
La ciudad se estremece y juega cuál enredadera a llevarme a la mirada a la luna que envuelven luces de neón incandescentes. Todo brilla. Puede ser que la miopía me deje ver un mundo que nadie podrá ver igual.
Llego a casa y me quito los zapatos. Balancearme tatareando una canción por casa descalza es una rutina que nunca cambiaré.
El aire me trae recuerdos,viejos sueños que quieren revivir, y la maleta me mira desde un rincón para ponerme sobreaviso de que mañana hay que volver a partir,pero es lo que menos me importa en este momento en el que me fundo con el aire de la noche y mis pensamientos vuelan por la terraza en un danza silenciosa.
Me iré a domir,haber si con suerte el día aparece soleado y puede plasmar bien claros mis pensamientos.

jueves, 15 de abril de 2010

Trapecista sin red...

Nunca hay principio ni final, sólo lo que se quiera ir contando.
Y el entreacto se hace tenso, colgado del alambre,con el pie rozando el error.
Intenta no respirar.
La máscara danza,y mi sombra se viste de chaqué;la tuya de alas de algodón.
Mezclados los flashes y el alcohol,déjame sal para la herida. Una gran dosis de ficción.
No hay red,equilibrista.El vacío te mira con ojos de lobo,no dejes que te tiente.
La prisa está bebiendo café,no la mires siquiera.
Huye,que no es de cobardes,sino de inteligentes y evitate que las piernas cuelguen sin un punto fijo. Nadie se cree tal espectáculo.
La luz se pierde en la obviedad de que se la coma la ansiedad.
Las gotas de sudor en las manos no evitan la osadía. Y pon otro pie delante.
LLega a la mitad del cable.
Rompe el rojo telón un rayo fugaz de miedo.
No mires abajo,y aprende a estar lejos de las fauces del león. Disparos en su honor.
La sonrisa de payaso triste que intenta jugar con el universo en sus manos,blasfema por Dios.
No se escucha ningún rumor,las estrellas no se alinearon aún.
Engaña y seduce el aroma a sándalo.
Luces pálidas,el universo en sus manos se cae.Ninguna Alicia lo rescatará,ella sólo mira todo al revés y canta sostenida cabeza abajo.
Sigue el equilibrista en el alambre,convertido en el final en espinas.
El público ríe,llora,bosteza. No tiene prisa el entreacto,sigue tomando el te.
Propongo ser yo quien ponga el aire.

*Para Tatiana =)

domingo, 11 de abril de 2010

Parando el tiempo...

Dame un segundo.
Un poderoso instante en el que el azahar pare su aroma en mis manos,
donde la eternidad exista en el aire del tiempo.
Dame un minuto.
Un interminable momento donde el ser amanezca siendo sol de primavera,
que linda el sendero de la piel y emana besos.
Dame una hora.
Que de una vuelta el reloj riéndose de las prisas del alba,
meciendo el alma en alas de jilguero.
Dame un día.
Y déjame compartir la paz de los ojos que inunda las manos,
que silba entre la maraña de recuerdos.
Dame una semana.
Y en siete palabras te regalo una historia que nace de dentro:
"erase una vez la vida en sueño".
Dame un mes.
Te enseño las luces de la noche y la calma de la luna,
y si tú quieres,después desaparezco.
Dame un año.
Y crezco y me hago mariposa frágil de incienso.
Dame una década,un siglo,un milenio...
Pero no me des lo eterno.


lunes, 5 de abril de 2010

Primavera...

Redundan los vientos en el cristal. El sol amanece con su brillante sonrisa a azahar y unos zapatos negros se deslizan por encima de la aceras que mecen el ir y venir de transeuntes aún con el sueño como espejo de sus rostros. Los zapatos negros siguen un camino conocido, un camino que lleva y trae cada día un sueño, uno o miles; una meta que escala a pasos de hormiga jornalera como las que viven en la sierra (como añoro el olor del campo donde habitan). Se detienen, cogen aire y vuelven a retomar el paso. No hace ya el gélido frío que tronaba hasta llegar a unas manos, también negras, que temblaban a cada aliento de aire congelado de invierno. Así, zapatos y manos negras siguen su paso esquivando cada obstáculo en el camino, cada piedrecita que parecía un mundo y ahora se vuelve insignificante. La figura, también negra, que sostiene esas manos y esos zapatos, parece cansada pero sigue adelante, dando las últimas fuerzas para seguir meciéndose en ese vaivén de aceras forradas de flor de naranjo que se dejan morir sobre ellas. Todo en su conjunto, figura,zapatos y manos negras conforman un ser feliz de ser quién es, que junto con el azahar,su esencia de niñez, crean un juego del sueño de lo que siempre el ser anhelaba ser.
Un pajarillo canturrea despertándome por completo en la mañana, y al girarme me doy me cuenta, de que la figura negra es la sombra de mi existencia a lo largo del camino que siempre busqué cruzándome conmigo misma sin reconocerme,pero al verme,aminoré mis pasos y al mirarme, sonreí.