lunes, 28 de noviembre de 2011

La Casa de los Espíritus. Isabel Allende.

Primera novela de esta autora que hace muchos años llegó a mis manos a través de mi tía Eli y me enamoró desde el primer momento. Estos días ha vuelto a mi y aquí os dejo con mi extracto preferido.
"Escribir es como hacer el amor.
No es llegar al orgasmo, sino como hacerlo."

"En pocas semanas, desde que estoy en esta casa, parece haberse
diluido, haber perdido sus nítidos contornos. Sospecho que todo lo ocurrido no es
fortuito, sino que corresponde a un destino dibujado antes de mi nacimiento y Esteban García es parte de ese dibujo. Es un trazo tosco y torcido, pero ninguna pincelada es inútil. El día en que mi abuelo volteó entre los matorrales del río a su abuela, Pancha García, agregó otro eslabón en una cadena de hechos que debían cumplirse. Después el nieto de la mujer violada repite el gesto con la nieta del violador y dentro decuarenta años, tal vez, mi nieto tumbe entre las matas del río a la suya y así, por los siglos venideros, en una historia inacabable de dolor, de sangre y de amor. En la
perrera tuve la idea de que estaba armando un rompecabezas en el que cada pieza tiene una ubicación precisa. Antes de colocarlas todas, me parecía incomprensible, pero estaba segura que si lograba terminarlo, daría un sentido a cada una y el resultado sería armonioso. Cada pieza tiene una razón de ser tal como es, incluso el coronel García. En algunos momentos tengo la sensación de que esto ya lo he vivido y que he escrito estas mismas palabras, pero comprendo que no soy yo, sino otra mujer, que anotó en sus cuadernos para que yo me sirviera de ellos. Escribo, ella escribió,que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria. Y ahora yo busco mi odio y no puedo encontrarlo. Siento que se apaga en la medida en que me explico la existencia del coronel García y de otros como él, que comprendo a mi abuelo y me entero de las cosas a través de los cuadernos de Clara, las cartas de mi madre, los libros de administración de Las Tres Marías y tantos otros documentos que ahora están sobre la mesa al alcance de la mano. Me será muy difícil vengar a todos los que tienen que ser vengados, porque mi venganza no sería más que otra parte del mismo rito inexorable. Quiero pensar que mi oficio es la vida y que mi misión no es prolongar el odio, sino sólo llenar estas páginas mientras espero el regreso de Miguel, mientras entierro a mi abuelo que ahora descansa a mi lado en este cuarto, mientras aguardo que lleguen tiempos mejores, gestando a la criatura que tengo en el vientre, hija de tantas violaciones, o tal vez hija de Miguel pero sobre todo hija mía.
Mi abuela escribió durante cincuenta anos en sus cuadernos de anotar la vida.
Escamoteados por algunos espíritus cómplices. se salvaron milagrosamente de la pira infame donde perecieron tantos otros papeles de la familia. Los tengo aquí, a mis pies,atados con cintas de colores, separados por acontecimientos y no por orden cronológico, tal como ella los dejó antes de irse. Clara los escribió para que me sirvieran ahora para rescatar las cosas del pasado y sobrevivir a mi propio espanto. El primero es un cuaderno escolar de veinte hojas, escrito con una delicada caligrafía infantil. Comienza así: «Barrabás llegó a la familia por vía marítima...»."

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El loro de Lady Macbeth.

Comer,

olvidar,
matar.

Imágenes: desiertos y habitaciones.
Cachorro de hocicos enrojecidos.
Sangre hasta las orejas.
Festín de la naturaleza,
malestar en el pecho.
No tristeza: malestar físico.
Por el placer ante la sangre,
por los brindis en medio de los muertos,
por las canciones a través de los bosques:
por el fuego.
Malestar por el cansancio,
por el abuso de las palabras de siempre.
Composición exquisita de las imágenes:
vómitos,
paz,
espacio vacío,
felicidad,
felicidad,
felicidad.

Ahora te sientes el creador de la muerte:
sabes que no quedará nadie
para escuchar tu última risa
o tu último bostezo.

Dormir.
Dormir.
Dormir.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Versos inmigrantes del viento.


¿Qué es un poema sino un conjunto de palabras que forman una melodía en el alma?

Ser un poema de invierno,sería como una tarde de chimenea,café caliente y buena conversación.Una jugada de las cartas quizá también le darían sentido. Sería un poema blanco, de nieve.

Tampoco me importaría ser un poema de primavera, lleno de color y alegría, con melodías dulces como el azahar que inunda calles,un poema donde los niños juegan a enamorase y donde los versos, suenan como el zumbar de la abejas, calmado y preciso.

Y un poema de verano, sería marcar con vocablos el sueño de una noche junto al mar, las olas frescas que inundan los surcos que dejan los pies en la arena. Sería un poema pegajoso como el calor cuando inunda calles en la siesta, un poema lento.

Sin embargo, me gustaría ser un pequeño poema de otoño. Caer fulminada en una mirada precisa, en una sonrisa correcta. Y quisiera ser ese poema para saber que eres tú quien me está mirando lleno de incertidumbre. Tendida en tus manos, oculta en tu mente, saboreada por tus labios. Ser una razón para pensar en tu larga existencia. Ser un recuerdo marcado por palabras bellas.

Quisiera ser ese poema para que a veces, me garabatearas en una hoja en blanco, y sentir que soy un conjunto de palabras correctas. Ser ese poema que siempre se lee los días de tristeza, los días en los que las nubes asaltan tu ventana y te dejan escondido bajo las sábanas.

Si...un pequeño poema. Sentirme llena de palabras hermosas que dan sentido a un pensamiento, a un sentimiento, a una vida.

Sólo quisiera ser un pequeño poema de otoño para que te estuviera dedicado a tí. Así, sin más, sólo porque existes. Me gustaría qe amases a ese pequeño poema...porque me estarías amando a mí.

Y el lápiz en el papel, marcaría mi sangre como ese poema de otoño...si, está decidido; seré siempre el pequeño poema de otoño que abrazaba el cielo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando Alicia reaparece en mi vida.



"No somos más que niños grandes que
se agitan a la hora de dormir...
Aún querrán niños un cuento,
los ojos brillantes, el oído atento
acurrucándose amoroso a mi lado.
Siempre deslizándose con la corriente...
siempre flotando en ese rayo dorado...
la vida, acaso, ¿no es más que un sueño?." Lewis Carroll.



Yo crucé el espejo como Alicia,
retorciéndome como gato saliendo de la chimenea,
conocí a peleles que se creían reyes,
dioses, Poseidones anclados a un mar
que se ahogaba así mismo;
perdí mi nombre hablando con moscas
y olvidé mi rostro, mis manos y mi dicha;
me peleé con las flores
y arranqué pétalos para pintar cielos;
escuché poesía de locos y puse ojos de bacalao,
y paseé lágrimas cogidas de la mano.

Llegué al octavo cuadro y me hice reina...
y me enamoré del aire y de sus desaires,
besé ranas, sapos, culebras y salí ilesa,
soñé con una sonrisa que era cierta,
y caminé por la realidad de la mano de la locura.

Vi un espejo y me crucé conmigo misma, y no me conocí;
pero aminoré mis pasos, y al mirarme, sonreí.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Márgenes.

Quién lo tenga que coger que lo coja bien. Quién lo tenga que coger pero ignore, me sacará de mi margen. Porque a mi me compra quien me comprende.

Siempre miro la historia desde fuera,no quiero interrumpiros y ya soy algo mayor para montar un numerito. Me mantengo al margen,me enfado al margen,lloro al margen,me indigno al margen,ignoro al margen. Los márgenes, los mios; me dan toda la libertad a una para expresarse sin interferir en el desarrollo de la narrración.
Y las historias,han de escribirse por su propio peso y han de terminarse de igual manera, pues existe una realidad llamada punto y final. Me atormentan las personas que se recrean en este signo de puntuación, hay otras que lo escriben a medias porque aun no se ha acabado el tiempo de vuestra historia,y hay quien juega con él disfrazándolo de punto y aparte y juega con los secundarios/as a su antojo.
Estos últimos osados,habrán de darse cuenta que humillan el silencio, y olvidan algo muy importante: existía antes que tú. Antes que la historia.

Sigo en mi margen
aunque seamos los nadies:los ningunos, los ninguneados,corriendo la liebre,muriendo la vida, jodidos; rejodidos...pero, "cäos que morren näo ladran."