domingo, 22 de noviembre de 2009

Nada mejor que estar en casa.

No hay nada como estar en casa.
Acogida y templada, donde el estado del cuerpo está en perfecta armonía con mis adentros.
Mi chaqueta de lana malva, mis pies descalzos, el pelo enredado y mirar por la ventana en la que siempre me siento a observar y pensar.
Hoy el día se presentaba gris, aunque era un gris conocido con su aire cantando alrededor.
Siempre hay pájaros que revolotean en el aliento del aire, pero siempre me sorprenden cosas nuevas; una nube, un árbol, una estrella, una persona, un animal, un aroma...y aún así, me siento bien en casa, incluso cuando lo que veo cambia: una ciudad, montañas, el mar, nieve, la noche, las luces. Hay cosas que no me gustan, pero con el paso del tiempo, aprendes a convivir con ellas: caras tristes, flores marchitas...pero es parte de mi casa.
Porque se está bien en casa...en el mundo.
"Este es mi sitio, esta es mi espina."

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