miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dedicado

Anoche era nuestra noche.
La de hablar y saber que pensamos mientras engordamos unos kilos de más. Creo que es de las pocas cosas de mi rutina que me gustan. Y la verdad, fue una conversación satisfactoria, para reflexionar.
Amantes del arte, que pasamos horas encerrados delante de manuales y manuales, y horas para buscar una simple foto de una construcción de la que sólo quedan ruinas. Un trabajo pesado, aún así, maravilloso. Es tan mágico que sólo los que nos planteamos estudiar tan a fondo la Historia del Arte nos sentimos pequeños antes las perfectas e infinidades de cosas que ha creado el hombre a través del tiempo y como perduran hasta nuestros días, imborrables en su entorno. Tanto que han visto, tantas personas que han pasado, tantas personas que se emocionan con una pintura...
Empezaron a comentar que después de 5 años acabas cansado, que te aburres de un día y otro y otro...no debería ser así, tenemos que estar siempre con ganas de más y de más.Aunque si les doy la razón cuando dicen que no nos motivan para seguir y no cansarnos de absorber. Pero me da pena, creo que somos un grupo de privilegiados que entendemos claramente como funciona el mundo, estudiándolo a través de las obras de arte.
Creo que deberíamos sentirnos llenos, y a la vez; como si siempre nos quedase algo por saber.
Lo que hacemos es algo único y mágico.
¡Adelante!

Para todos los estudiantes de Historia del Arte, especialmente para Pepito Grillo y el Niño Feliz.
No vale rendirse ni perder la ilusión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario