domingo, 11 de abril de 2010

Parando el tiempo...

Dame un segundo.
Un poderoso instante en el que el azahar pare su aroma en mis manos,
donde la eternidad exista en el aire del tiempo.
Dame un minuto.
Un interminable momento donde el ser amanezca siendo sol de primavera,
que linda el sendero de la piel y emana besos.
Dame una hora.
Que de una vuelta el reloj riéndose de las prisas del alba,
meciendo el alma en alas de jilguero.
Dame un día.
Y déjame compartir la paz de los ojos que inunda las manos,
que silba entre la maraña de recuerdos.
Dame una semana.
Y en siete palabras te regalo una historia que nace de dentro:
"erase una vez la vida en sueño".
Dame un mes.
Te enseño las luces de la noche y la calma de la luna,
y si tú quieres,después desaparezco.
Dame un año.
Y crezco y me hago mariposa frágil de incienso.
Dame una década,un siglo,un milenio...
Pero no me des lo eterno.


2 comentarios:

  1. Este poema podría hacerlo mío, es como si leer mi mente fuera facil para ti.

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