miércoles, 27 de enero de 2016

¿Hasta cuándo te quedas?

Odio que la inspiración llegue con los días tristes.
Es una araña que espera la noche
para salir de la grieta de la pared desconchada de la habitación,
y meterse en mi cama
sin pedir permiso.
Y despertarme. Sin permiso.
Y abrirme las manos,
las piernas,
la memoria
y la crueldad. Sin permiso.

Y después de días encerrada,
conmigo,
hurgando entre la piel del alma
y dejando las cicatrices necesarias
para recordar como volver al cuerpo;
se esconde de nuevo en su grieta,
en la oscuridad de la noche.
Para volver a morder a su antojo,
sin alarmas ni esperas,
sin pedir permiso.

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