lunes, 18 de enero de 2016

Lunes azul.

Dame una copa de vino
para destruir el mundo.

Voy a romper el techo,
el cristal de la sapiencia,
y voltear la locura en las raíces de los suspiros.
Voy a cantarle a las macetas,
aliviar la necesidad de lluvia a base de saliva
y desencadenar el zapateo iracundo sobre la fiebre del pasado.

Con los ojos en formol, el vientre incandescente,
voy en caída libre como hoja caduca...
Voy a borrar las huellas,
los olores
agrios
y
amargos
de la memoria
dormida.

Dame otra copa de vino más
y pongo el sol sobre los dedos de la nostalgia para que se queme.
Y que cicatrice.
Y que no vuelva.

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