lunes, 8 de febrero de 2010

Fechado el 8 de Abril de 2008...

Una lágrima de sangre
caía dormida en mis brazos.
La luz, oscura en su profundidad,
alberga cada pensamiento
incandescente,
en la ausencia del alma.
El triste viento galopa
incansable sobre los ojos
y yo pierdo mi esencia
buscando tus labios.
¿Quién puso frontera a la ternura?
Cuando aún criaba raíces
de cemento en el pasado,
el sendero lindaba en
tu camino,
un cementerio de besos
debajo del cuento de cristal.
¿Quién puso límites al amor?
Cuando aún atardecían lunas
de sueños equivocados,
el agua trotaba en
tu sed,
un cuento de cristal teñido
de tristeza.
¿Quién puso frontera a la caricia?
Buscando tus labios
pierdo mi esencia;
y sobre los ojos, incansable,
galopa el viento, triste.
En la ausencia del alma,
incandescente,
alberga cada pensamiento
la luz, oscura en su profundidad.
Caía dormida en mis brazos
una lágrima de sangre.

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