Pasó...

Pasó el momento de la angustia que hacía temblar las manos.

Pasó el momento de el blanco que recogía la mente.

Pasó el momento de la cafeína de las cuatro de la mañana.

Los nervios no me jugaron una mala pasada.

Los nervios no fueron superiores a mi frialdad.

Hoy,la mente intenta descansar, pero con tiempo para pensar, resucito entramados que había dejado dormidos con la lluvia gris, en los lindes de folios y cuadernos llenos de palabras que mi mente debía recordar. Tiembla la luz. Resucita el latido. Lo había entendido mal,estaba empezando a creer.No se que voy a hacer contigo ni si tengo un permiso especial.O lo había entendido mal otra vez.

Así que lo mejor será la siesta y que el dulce sueño invada mis sentidos.