miércoles, 26 de enero de 2011

El escapismo es un arte.

Necesito un escondite.
Donde volverme pequeña e insignificante,
donde nada me preocupe y no existan los fantasmas,
donde no existan los interrogantes.
Necesito una guarida.
Para llorar y reír sin preocuparme,
para saborear un beso,
para no tener miedo a equivocarme.
Necesito un refugio.
Con un cielo estrellado de estrellas,
con noches de arte,
con una melodía de guitarra sombría,
con unas manos que me marquen un avance,
con una mirada que me invite a soñar.
Necesito un barco pirata,
una maleta llena de trastos y una brújula
que me saque del océano de dudas,
me lleve a un mar para buscadores de deseos
donde yo tenga el mando del timón y
un barril lleno de ron.
Y que llamen al olvido por radar.
Que le digan que estoy lejos.
Que no vuelvo a por él.



No hay comentarios:

Publicar un comentario