en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas."
Vladimir Holan.
Hay momentos en los que los suspiros
se escapan por la yema de los dedos
y se dejan caer como un reloj de hierro sobre los pies.
Y nos hacen pararnos en el camino y mirar con los ojos abiertos,
la boca callada y el alma llena de aire.
Una décima de segundo para anclarnos en el camino,
en los raíles de un tren llamado vida.
Si. Soy una loca descarada.
Una reloca que ,recuerda; borra y rescata recuerdos.
Y vuelvo a los recuerdos,relocos con mi metafísica.
La que se suicida si le tocan la nariz
pero sonríe con las plantas de los pies negras.
Demasiado silvestre para usar reloj.
Una despistada para cuidar de un pez,
cambiar el agua del jarrón del corazón y mucho menos,
para escuchar a la lluvia.
La ninfómana que se toca a través del espejo
hasta dar en la yaga y abusar de la sal.
La rata de biblioteca que se enmaraña en su propio pelo
y se deja perder entre páginas de silencios.
Una buscadora de palabras nuevas,
para nuevas historias en las que sólo
la inexperiencia es necesaria
para reconvertirse en un océano de sentimientos.
Pero las palabras es preciso encontrarlas cuanto antes.
Antes de se escapen las palomas de la jaula
y duerma sola.
Antes de que dejen de prestarme sus alas.
Y ahora, sólo lo imposible o inexplicable me haría llorar.
!!!PUÑETERA!!!
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