lunes, 27 de junio de 2011

Azul da esa ola de luz.

No hay camino sin veredas, sin puentes, sin cruces y sin señales.. Siempre hay que dar un paso, u dos o tres; nunca sabemos cuántos. No tendría sentido quedarnos quietos. Hay que coger caminos, derecha o izquierda, adelante, pocas veces atrás. No sabemos nunca cuanto hemos de avanzar ni a que altura del camino encontraremos otra encrucijada o un muro que no nos deje dar ni un paso más. No sabemos con los caminos de quién nos cruzaremos, ni si serán camino paralelos, perpendiculares o en zigzag, quizá haya muchos que ni nos crucemos. Al fin y al cabo, andamos y esperamos encontrar cosas, personas, experiencias. Hay quién espera un futuro, un recuerdo, un si o un no, unas vacaciones, una rutina, un sueño o un despertar, un beso, un adiós, un sentimiento o un desengaño, unos libros, una llamada, una señal… un sueño.
Aún más bello si es un sueño, y mucho más fuerte; si se comparten. Si nos teñimos el corazón de un color, si nos cogemos las manos en una marea que nadie detiene, si vamos juntos... si soñamos sin miedo.
Todo esto nace del sentimiento que como cordobesa me mueve y cogida de la mano del sueño de la Capitalidad Cultural Europea en 2016, Córdoba es una señora que es amante, pecadora profesional, amiga, compañera, artista... para esa mujer de la que estoy locamente enamorada que es nuestra ciudad. La que nos hace teñirnos hasta las entrañas y las pestañas (incluso las uñas) de azul, la que nos mueve, en el mismo sentido y hacia el mismo lugar. Quizá el principio del camino, quizá el final. Quizá sólo sea sentarnos un momentos todos juntos y mirarnos con los ojos llenos de dicha por el trabajo que está hecho y por el que (si nos reparten bien la suerte, el arte y lo que realmente merecemos) tenga que venir.
Eso sí; nadie podrá decir que no lo hemos intentado. Nadie podrá decir que no trabajamos, que no luchamos, que no lloramos ni reimos. Nosotros hemos sentido Córdoba compañeros en este camino. Nadie podría describirlo cuando son el brillo de los ojos los que hablan por cada uno de nosotros.

Para todos vosotros compañeros voluntarios, para nuestro último suspiro que de alguna manera pondrá un punto y aparte, para los cordobeses y cordobesas, para nuestra Córdoba: brindemos por el sueño.

HASTA PRONTO 2016 (Poemario "Nanas a Córdoba" Ara B. M.)
No voy a despedirme de tí,
ni siquiera sabría despedirme dignamente
sin decirte te quiero o te amo
sin derramar ni una gota de los ojos.
No, no puedo.
No voy a pronunciar las palabras del olvido,
ni voy a coger la maleta para huir lejos sin decir nada.
No voy a desaparecer,
ni siquiera he aprendido como hacerme invisible.
Eso sí: nadie me gana en el disimulo.
Porque aunque no me haga invisible,
ni desaparezca, ni vaya a hacer la maleta,
ni salga por mi boca el olvido;
ni llore, ni te diga te amo e incluso te quiero;
voy a despedirme, poco a poco,
sin explicar como,
cerrarte los labios con un verso
que nunca ha existido,
volver la vista y seguir mi rumbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario